domingo, 9 de mayo de 2010

OBESIDAD



La obesidad es una de las enfermedades con mayor impacto sobre la salud pública en los países industrializados. En España, la prevalencia de obesidad es de aproximadamente un 13.43%, una cifra bastante elevada.


Podemos definirla como un excesivo acúmulo de energía en forma de tejido graso, y no sólo de peso (puede haber personas que tengan un peso superior al normal porque poseen una gran masa muscular o debido a retención de líquidos), frecuentemente la obesidad trae consigo alteraciones del estado de la salud.






En la práctica, para diagnosticar la obesidad se utiliza el IMC (Índice de masa corporal también llamado índice de Quetelet). Calcularlo es muy fácil sólo tenemos que dividir nuestro peso en kilos entre nuestra altura en metros al cuadrado. Pincha aquí y calcula el tuyo.



IMC -GRADO DE OBESIDAD


20 – 25: Normal


27 – 29.9: Obesidad Grado I (sobrepeso)


30 – 34.9: Obesidad Grado II


35 – 39.9: Obesidad Grado III

>40: Obesidad Grado IV (Obesidad mórbida)







Existen multitud de alteraciones que se suelen asociar a la obesidad y que empeoran con el aumento de peso es lo que se conoce como comorbilidad o riesgos asociados a la obesidad, las más frecuentes son:


DIABETES TIPO II


HIPERTENSIÓN ARTERIAL


ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES



PROBLEMAS OSEO ARTICULARES



PROBLEMAS GASTROINTESTINALES


INSUFICIENCIA RESPIRATORIA Y PROBLEMAS PULMONARES



ALTERACIONES DÉRMICAS



RIESGO OPERATORIO



CANCER



INSUFICIENCIA VENOSA


PROBLEMAS DE INFERTILIDAD



PROBLEMAS PSICOSOCIALES




La lista no es pequeña y dependiendo del tipo de obesidad que padezcamos van a prevalecer unas más que otras. Y es que podemos clasificar la obesidad atendiendo a varios criterios, como son: dónde se localice ese exceso de grasa, según el momento en que se inicie, según el grado… Yo he decidido centrarme en clasificar la obesidad según su localización:

OBESIDAD ANDROIDE:


El estilo de la figura es en forma de manzana. La grasa se va a acumular alrededor de la cintura y del abdomen, generalizando podemos decir que es más frecuente en el hombre. Se asocia a un amento de la ingesta y dieta hipocalórica. Es de origen hipertrófico y visceral.



Tiene más incidencia de comorbilidad: diabetes, arteriosclerosis con mayor riego cardiovascular.





OBESIDAD GINOIDE:


En este caso el estilo de la figura es en forma de pera, y creo que no tengo ni que decir que es más frecuente en la mujer. Esta obesidad no se asocia a una dieta excesivamente calórica, la grasa se localiza en muslos y glúteos (efecto de los estrógenos). La acumulación de grasa es de origen hiperplásico
No tiene tanta


Incidencia de comorbilidad, se relaciona con problemas deambulatorios o motores (varices, artrosis de columna o rodillas…)





OBESIDAD DE DISTRIBUCIÓN HOMOGÉNEA:


Se distribuye por todo el cuerpo de forma homogénea.




El tejido graso del organismo está formado por adipocitos. Decimos que la obesidad es de origen hiperplásico cuando hay un número de adipocitos elevado, y que es hipertrófica cuando no aumenta el número de adipocitos, sino el tamaño. La más difícil de tratar es la de origen hiperplásico ya que nunca podemos disminuir el número de adipocitos.



Al igual que en multitud de enfermedades en la obesidad lo mejor siempre es la prevención, pero una vez que la obesidad es nuestra compañera de viaje tendremos que tratarla. El éxito va a depender siempre de una adecuada orientación del tratamiento, llevado a cabo por profesionales y olvidándonos de esas dietas milagro con la que a largo plazo no se va a conseguir mejorías.



Resumiendo, el tratamiento para la obesidad debe ser la suma de:


DIETA + FISIOTERAPIA + PSICOTERAPIA + EJERCICIO






LIDIA

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