miércoles, 31 de marzo de 2010

AGUA IDEAL PARA EL BEBÉ


La hidratación del bebé es un detalle muy importante a tener en cuenta y que a veces nos puede pasar desapercibido. Cerca de un 75% de su cuerpo es agua (frente al 60% de un adulto).

Los bebés ingieren líquido a través de la leche materna, que ya cubre todas sus necesidades de hidratación, o mediante la alimentación con el biberón, las papillas...

En ocasiones, esto no asegura una correcta hidratación, por lo que el agua que se les de tiene mucha relevancia.

Durante sus primeros meses de vida, sus riñones son muy delicados, porque todavía se están desarrollando. Por ésto, es fundamental vigilar la concentración de minerales del agua para no forzar en exceso sus riñones.

Por otra parte, su sistema inmunitario está inmaduro y es más sensible a infecciones.

Nos debemos fijar en el contenido de sodio, calcio, nitratos y flúor, siendo el sodio y el calcio dos de los minerales más importantes. El calcio del agua es un componente nutricional que no debería ser despreciado, ya que se comporta en el cuerpo del bebé igual que el calcio de otras fuentes alimenticias. Al tomarlo por medio del agua de una manera continuada y a lo largo de todo el día, produce un efecto beneficioso sobre la formación de los huesos del pequeño.


NIVELES DE MINERALES



  • Calcio: entre 25mg/l y 100mg/l

  • Sodio: menor de 25mg/l

  • Flúor: menor de 0,3mg/l

  • Nitratos: menos 25mg/l


BEGOÑA


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